Santa Catalina de Siena: El Diálogo, capítulo XXI
EL DIÁLOGOcapítulo XXIY puesto que te dije que con el Verbo Unigénito mi Hijo yo había hecho un puente, y tal es la verdad, quiero que sepáis, hijos míos, que el camino quedó cortado por el pecado y...
View ArticleFernando Pessoa y Octavio Paz: Odas de Ricardo Reis
ODAS DE RICARDO REISILas rosas amo del jardín de Adonis,Esas volubles amo, Lidia, rosas.Mueren el mismo díaQue nacen: luz eternaEs su día, pues nacen cuando naceEl sol, brillan con él, en él se...
View ArticleLeopoldo Marechal: Descenso y ascenso del alma por la belleza
DESCENSO Y ASCENSO DEL ALMA POR LA BELLEZACapítulo IArgumentoTe hablaré de la Belleza, del Amor y de la Felicidad. Podría suceder, Elbiamante, que ganada ya por el anuncio de tan ambicioso intento,...
View ArticleTeixeira de Pascoaes y Fernando Maristany: Mis horas
MIS HORAS Horas en que medito y quedo enternecidoEn la alba soledad de la hora misteriosa, A la luna, que emana etéreo mármol fluido, Que es sepulcro exhalado en sombra luminosa.Momentos en que anima...
View ArticleVirgilio y Graciliano Afonso: Eneida, Libro I
ENEIDALibro IEl héroe canto, que su patria dejaPrófugo, y llega en el hesperio suelo,Del Olimpo la víctima y del Hado,Monstruos. ¡Oh Juno! de tu orgullo fieroSiempre por mar y tierra perseguidoY de la...
View ArticlePaul Groussac: La herencia
PAUL GROUSSACAunque nacido en Francia, debe ser considerado, a los efectos literarios, como argentino. Sus libros tratan de nuestra historia, de nuestros hombres representativos, de nuestras costumbres...
View ArticleJorge Luis Borges y Edgar Lee Masters: Tres poemas
ANA RUTLEDGEOscura, indigna, pero salen de míLas vibraciones de una música eterna:“Sin rencor para nadie, con caridad para todos”.En mí él perdón de millones de hombres para millonesY la faz...
View ArticleSan Ambrosio de Milán y Francisco Luis Bernárdez: Aeterne rerum Conditor
AETERNE RERUM CONDITORCreador sempiterno de las cosas,Que gobiernas las noches y los días,Y alternando la luz y las tinieblasAlivias el cansancio de la vida.Invocando a la luz desde las sombrasEl...
View ArticleJorge Luis Borges y Virginia Woolf: Un cuarto propio, I
UN CUARTO PROPIOIPero, dirán ustedes, nosotros le pedimos que hablara sobre las mujeres y la novela —¿qué tendrá eso que ver con un cuarto propio? Intentaré explicarlo. Cuando me pidieron que hablase...
View ArticleT. S. Eliot y Julio Irazusta: Rapsodia de una noche ventosa
RAPSODIA DE UNA NOCHE VENTOSALas doce en punto.A lo largo de la calleTenida en síntesis lunar,Sibilantes encantaciones lunaresDisuelven los pisos de la memoriaY todas sus claras relaciones,Sus...
View ArticlePíndaro e Ignacio Montes de Oca: Cuarta oda olímpica
ODA CUARTAA SAUMIS DE CAMARINA,VENCEDOR CON LOS CABALLOS¡Oh Jove soberano,Que los rayos de plantas voladorasLanzas con fuerte mano!Ya volvieron tus HorasDe mi canto y mi lira inspiradoras.Como veraz...
View ArticleHarriet de Onís: Emily Dickinson
EMILY DICKINSONAquel 18 de mayo de 1886, entre la pompa resplandeciente de hojas y flores con que la primavera de Nueva Inglaterra cubre la desnudez aún no olvidada del invierno, ningún amigo del...
View ArticleSylvia Beach y María Elena Walsh: Los suscriptores del Ulysses de Joyce
LOS SUSCRIPTORES DEL ULYSSES DE JOYCEHacia fines de 1920 se enviaron prospectos por todo el mundo a quienes se suponía joycistas, anunciando que Ulisessería publicado completo por Shakespeare and...
View ArticleAlbert Camus y Aurora Bernárdez: El marqués de Sade
EL MARQUÉS DE SADEVeintisiete años de prisión no hacen una inteligencia conciliadora. Tan largo enclaustramiento puede engendrar sirvientes o asesinos, y a veces, en un mismo hombre, los dos. Si el...
View ArticleThéophile Gautier y Enrique Díez Canedo: El arte
EL ARTESí, labor de más bellezada la forma en que se exaltela destreza :mármol, ónix, verso, esmalte.Falsas violencias rehúsa;pero, si vas por derecho,calza. Musa,un coturno muy estrecho.Desdeña el...
View ArticleHector de Saint-Denys Garneau y Alberto Girri: Acompañamiento
ACOMPAÑAMIENTOCamino junto a una alegríaque no me pertenece,una alegría que es mía y que no puedo asir.Camino junto a mí, alegrementeescucho mi alegre paso que camina junto a mí,mas no puedo cambiar de...
View ArticleSan Juan de la Cruz y Roy Campbell: Canción del alma que se huelga de...
CANTAR DEL ALMA QUE SE HUELGA DE CONOSCER A DIOS POR FE¡Qué bien sé yo la fonte que mana y corre,aunque es de noche!Aquella eterna fonte está ascondida.¡Que bien sé yo do tiene su manidaaunque es de...
View ArticleSamuel Beckett y José Bianco: Malone muere
MALONE MUEREEl hombre se llama Saposcat. Como su padre. ¿Nombre de pila? No lo sé. No habrá de necesitarlo. Sus parientes lo llaman Sapo. ¿Quiénes? No lo sé. Algunas palabras sobre su juventud. Es...
View ArticleLéon Bloy: Barbey d'Aurevilly o El cítiso de los unicornios
EL CÍTISO DE LOS UNICORNIOSEN LITERATURABARBEY D’AUREVILLY Y SUS MEMORANDAI“Para el que ama la belleza en las obras del espíritu — escribió cierta vez el autor de Las Diabólicas —, para el que no la...
View ArticleFrançois Villon, Rubén Reches y David Georgi: Balada de las lenguas envidiosas
BALADA DE LAS LENGUAS ENVIDIOSASQue en rejalgar y anhídrido arsenioso,en sulfuro amarillo y en cal viva,en pez y hollín disueltas en coladahecha con pis y cacas de judía,en plomo hirviente que las...
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